¡NECESITO CONTENIDO YA!

Acto primero

Sala de reuniones con una gran mesa rectangular rodeada por seis sillas, en el centro de la misma un teléfono con dispositivo de manos libres, un portalápices con cinco bolígrafos y unos cuantos folios en blanco.

Entra la responsable de Redes Sociales claramente contrariada.

            –¡Necesito contenido ya! Estamos a menos de un mes para iniciar la campaña en Instagram y Facebook y no tengo nada. Necesito ilustraciones, fotos, vídeos, ¡algo!

A menudo los creativos de las empresas son un poco exagerados, quizás para dar más valor a su trabajo del que solemos darle el resto de mortales.

No es el caso de Amina. Desde que se la contrató para llevar la gestión de las RRSS de nuestra nueva empresa, ha dado muestras de ser una gran profesional, con mucha experiencia y las ideas muy claras. Además tiene razón, vamos con el tiempo justo para lanzar la primera publicación. Mi socio Pigio y yo nos miramos.

            –¿Qué hacemos Pigio? El diseñador que nos hace las ilustraciones no tendrá las primeras pruebas hasta dentro de quince días.

            –Tenemos el presupuesto del fotógrafo, sólo es cuestión de aprobarlo y hablar con él para ver su disponibilidad –propone Pigio.

Acto segundo

Un despacho con una mesa de oficina y una silla de dirección, en la mesa una pantalla de ordenador con su teclado, cuatro carpetas de expedientes y un teléfono móvil en posición de manos libres. Pigio sentado a un lado de la mesa y yo sentado enfrente suyo. Manteniendo una conversación telefónica a tres con Juan, el fotógrafo.

            –Podemos hacer un photoshooting de dos o tres sesiones, con distintas motos y pilotos, así tendré una buena base para editar –nos explica Juan –de esta manera tendríais contenido para dos meses de stories y posts de Instagram.

            –No sé de donde podemos sacar los pilotos, ni tenemos tiempo para organizar dos o tres sesiones. Nos urge mucho Juan –exclamo yo.

            –Se me ocurre una cosa –interviene Pigio, –podríamos organizarlo para hacerlo en fin de semana, así serían dos sesiones seguidas.

            –¿Y los pilotos? ¿Y las motos? –pregunto.

            –Tú y yo con nuestras motos. Son suficientemente distintas como para llegar a distintos públicos.

            –Os propongo ir a Los Monegros –dice el fotógrafo, –conozco el territorio y ofrece mucha variedad de paisajes y buenas localizaciones.

Lo que en principio parecía una idea descabellada empieza a tomar forma. Contactamos con otro piloto dispuesto a participar en la sesión de fotos y cuadramos agendas con él y con el fotógrafo. Estamos en época de pandemia y toda previsión es poca, así que además de someternos a sendas pruebas de detección del Covid-19, tramitamos las autorizaciones necesarias para realizar actividad empresarial en otra comunidad autónoma.Tras un intercambio de multitud de correos electrónicos, trazamos un plan para realizar el photoshooting el próximo fin de semana.

Observando el trabajo del fotógrafo

Acto tercero

Gasolinera del área de servicio del Bruc, en la autovía A2, primera hora de la tarde del viernes. Apenas un turismo repostando gasolina y cuatro camioneros comiendo el menú del día en la cafetería, en un lugar que normalmente, sin pandemia de por medio, estaría atestados de viajeros y transportistas. Un café mientras van llegando los miembros de la comisión fotográfica.

La comitiva está formada por Genís y su BMW R Nine T Urban, como piloto/modelo invitado; Juan con su Triumph 1200 Scrambler, como fotógrafo; Pigio con su BMW R Nine T y yo con mi BMW F 850 GS, como promotores del photoshoting.Un breve briefing para definir la ruta hasta nuestro alojamiento y partimos, ligeros de equipaje, rumbo a la comarca de los Monegros, en la comunidad de Aragón.

Genís, piloto y modelo con su BMW R Nine T Urban GS
Pigio con su BMW R Nine T Scrambler
Juan el fotógrafo, con su Trtiumph 1200 Scrambler

Acto cuarto

Un campo de alfalfa junto a una solitaria vía vecinal que cruza una carretera secundaria de Huesca. Primera hora de la mañana del sábado, las motos aparcadas en el exiguo arcén, Juan dando diversas instrucciones y moviéndose para buscar el encuadre óptimo.

–Pasa más cerca de la cámara…

–Sube la moto encima del montículo…

–Ves hasta la curva y vuelve haciendo un wheelie…

Cambio de emplazamiento.

Una pista de tierra en ligera pendiente con restos de barro de las últimas lluvias en los Monegros. Más instrucciones del fotógrafo.

–Cruza este charco…

–Frena derrapando delante de mí…

–Haz patinar la rueda levantando polvo…

Cambio de emplazamiento.

Ruinas de Belchite. Los restos de un campanario acribillado a balazos en una cruenta batalla durante la guerra civil. Juan sigue dando instrucciones.

            –Poneros en fila uno detrás de otro…

–Mira al horizonte con la mirada perdida…

            –Poneros de lado uno junto a otro…

A pesar de la tardía hora de la tarde, el fotógrafo se empeña en aprovechar la magnífica luz vespertina y la sesión se alarga un poco más. Después de 118 kilómetros off road, volvemos a la carretera para regresar a nuestro alojamiento. Llegamos al hotel tarde, avanzada la noche.

Epílogo

Bajo un puente de la autovía A2 para resguardarnos de la lluvia, cubriéndonos apresuradamente con el equipo impermeable antes de quedar totalmente empapados. Mediodía del domingo. Nuestra intención es ir hacia el Pirineo para cambiar de paisaje y hacer tomas dinámicas en puertos de montaña. El día lluvioso y gris no nos da tregua y tras diversas paradas en varios puertos de montaña, desistimos de conseguir buenas fotos. Nos tenemos que conformar con las obtenidas durante la jornada de ayer. Aunque no somos pilotos profesionales, lo hicimos con la dignidad suficientemente para que salgan buenas instantáneas. El fotógrafo está satisfecho. Llegamos a casa el domingo por la tarde con 360 fotografías, 2 horas de grabación de vídeo y 885 kilómetros en la mochila. Ahora son los creativos quienes deberan desarrollar todo el material gráfico conseguido.

¡Tenemos contenido!

El resultado nos deja satisfechos. ¡Tenemos contenido!